¿Sabías que, actualmente, compramos cuatrocientas veces más ropa que hace veinte años? Asimismo, tiramos muchísima más ropa que antes: hasta catorce kilos de prendas al año. La moda ética pretende cambiar esta tendencia en beneficio de todos.
Moda ética versus moda rápida
Cuando hablamos de moda sostenible, slow fashion o prendas éticas, nos referimos a una tendencia cada vez más importante en el sector de la moda. Una propuesta centrada en promover un consumo y una producción de ropa con un impacto social positivo.
La moda ética se ocupa de garantizar una moda de proximidad, respetuosa con el medioambiente y con los trabajadores que realizan las prendas. Entre otros objetivos, se persigue alargar los usos de las prendas, con el fin de reducir la generación de recursos y los gastos innecesarios en la producción.
Se ocupa, asimismo, de proteger la dignidad y la condiciones de vida de todas las personas que participan en el proceso productivo.
Sin embargo, la fast fashion, moda low cost o moda rápida quedaría definida por todo lo contrario. Se centra en producir de manera masiva y en muy poco tiempo. En este tipo de moda, priman la inmediatez y el precio reducido. Se impulsan nuevas colecciones de mínima duración, por lo que se alienta el abandono de las prendas casi al instante. A menudo, las creaciones se rompen en poco tiempo y han de ser sustituidas a continuación.
El consumidor, así, se ve introducido en una tendencia consumista que lo lleva a desear y necesitar comprar prendas casi de modo continuado.
Beneficios y principios de la moda con valores slow fashion
Hemos reunido todas las ventajas que la moda sostenible proporciona. Te animamos a repasarlas con nosotros y a tenerlas muy presentes:
- El comercio justo y responsable, con artículos de calidad y un consumo razonable son innegociables.
- Los trabajadores mantienen sus derechos laborales en todo momento.
- La moda de proximidad evita los largos traslados y favorece el desarrollo de las economías locales.
- Tanto los tejidos como el proceso de producción se centran en conseguir una gran calidad y durabilidad en las prendas.
- La realización de pequeñas colecciones, a menudo hechas a mano, evita la contaminación habitual.
Dicho de otra manera, cuando apostamos por una moda con valores no solo obtenemos prendas de mejor calidad, más duraderas y fiables, sino que además estamos contribuyendo a favorecer el desarrollo local, la justicia social y el desarrollo global.
¿Y cómo es la moda de proximidad en términos de precio?
Algunas personas afirman que la moda sostenible es inestable y, al contrario, que la moda low cost es inmejorable. Esta afirmación no es correcta.
Cuando nos introducimos en el ámbito económico y comparamos estos dos tipos de moda en términos de precio, lo obvio no es lo más real. Parece indiscutible cuál es más barata si comparamos una camiseta slow fahion de 30 euros con otra de moda rápida de 5 euros.
Ahora bien, no todo es lo que parece. En primer lugar, la cuantía real de la diferencia entre ambos precios es muchísimo menor de lo que parece a simple vista. Solo hay que pensar: ¿cuánto dura una camiseta de bajo coste? En el mejor de los casos, entre tres meses y un año. ¿Cuánto dura la camiseta de excelente calidad? Pongamos, sin problemas, cinco años. Solo prorrateando estos números, podríamos afirmar lo siguiente sin alterar la realidad:
- Una camiseta low cost te cuesta 5 € al año.
- Una camiseta de moda sostenible te cuesta 6 € al año.
Un enfoque colectivo en la moda low cost
¿Qué estamos dispuestos a sacrificar por ahorrarnos ese euro anual? Se trata de un ahorro engañoso, por otra parte, porque la moda low cost fomenta nuestro consumismo y nos anima a tener tres o cuatro prendas por cada una de las que necesitábamos antes. En consecuencia, el gasto anual total en moda fast es muchísimo mayor que el que asumimos con una mentalidad de moda sostenible o slow fashion.
¿Cuáles son sus costes ocultos o aquellos que no tenemos en cuenta en nuestro análisis? Entre estos costes ocultos, debemos considerar la deslocalización productiva, reducción del empleo, explotación humana, la inseguridad y falta de salud en el trabajo, así como la contaminación ambiental, pobreza y las desigualdades.
A modo de conclusión
La moda low cost genera una falsa sensación de ahorro, impulsa el consumismo innecesario y nos hace pagar más, en global, en el plano individual. Además, el planeta y la humanidad vamos a tener que soportar importantes costes escondidos en términos ecológicos y sociales.
Por eso es tan importante tu aportación y compromiso. Es necesario apostar por la moda ética, de proximidad, de comercio justo, sostenible, con valores y de la más alta calidad. En STJOR, hemos adoptado estos principios y te ayudamos a vestir bien, garantizándote el máximo beneficio para todos a corto y largo plazo.